Últimamente,
se oye hablar mucho del acoso entre iguales en adolescentes y niños; esto se
conoce con el nombre de bullying. Pero la violencia escolar no se
limita sólo a eso: no se produce sólo entre alumnos, sino que afecta también
a profesores.
Según algunos
estudios, se ha dectectado que existen agresiones de tipo verbal,
psicológicas y físicas hacia este colectivo. Un alto porcentaje de profesores
manifiesta que suele encontrar dificultades para impartir sus clases con
normalidad, que se siente desprotegido y reconoce no haber recibido formación
específica sobre la resolución de conflictos.
Cada vez
con más frecuencia, se observan conductas disruptivas de los alumnos que
derivan de la escasa tolerancia a la frustración, de la necesidad de recibir
recompensas inmediatas, de la dificultad para mantener la atención y para
seguir normas. En ocasiones, estas conductas violentas también se dan en
adolescentes que no quieren seguir estudiando y a los cuales se obliga a
estar horas sentados, escuchando materias que no les interesan en absoluto.
Los
profesores afectados pueden sufrir consecuencias muy variadas, según su
personalidad: episodios graves de ansiedad, apatía, irritabilidad,
nerviosismo, pérdida de autoestima y depresión, con una incidencia en problemas
psicofísicos de salud.
Síntomas de los acosados
Algunas de
las principales manifestaciones son:
Las
soluciones a este tipo de conflictos se deberían enfocar desde varias
perspectivas:
Por parte
de los docentes, debería haber una unión de todo el profesorado, unos
reglamentos de régimen interno fáciles de aplicar y consensuados entre toda
la comunidad educativa, planes de prevención sobre conflictividad y violencia
escolar e, incluso, cursos de formación en horarios lectivos sobre resolución
de conflictos y cómo motivar y actuar para fortalecer la autoestima de los
alumnos.
En cuanto
alos alumnos, habría que potenciar la educación en valores, realizar campañas
antiviolencia, ofrecer atención personal al alumno que sufre situaciones
violentas, motivar a los alumnos conflictivos y aplicar medidas correctoras
inmediatas ante cualquier actitud agresiva y violenta. Estas medidas o
sanciones deberían ser educativas: ante acciones agresivas, se deberían
enseñar respuestas asertivas o educadas, ya que, posiblemente, nos
encontremos con casos que no han conocidio otro modelo de actuación.
También
sería ideal ofrecer una educación diversificada para alumnos sin motivación y
alumnos conflictivos que se basaría en valorar el trabajo y los avances
progresivos de los alumnos teniendo en cuenta su nivel. Se podría elaborar un
curriculum adaptado para este tipo de alumnos, que se basara más en
asignaturas prácticas y con grupos más reducidos.
Desde la
perspectiva de los padres, se podría enfocar a partir de cursos de formación
sobre hijos agresivos, con campañas para potenciar la importancia de la
familia en la educación de los hijos y en la prevención de la violencia y
concienciando a los padres de la importancia de una cooperación conjunta de
padres y profesores en casos de agresividad.
Laura
Cuadrado
Psicóloga de ISEP Clínic Barcelona |
Blog que pretende recoger documentos, noticias, casos reales y toda aquella información conducente a formar, informar, denunciar y a paliar los efectos devastadores de este terrorismo socio-escolar.
CAMPAÑA CONTRA EL ACOSO ESCOLAR
sábado, 1 de diciembre de 2012
ACOSO AL PROFESORADO
Una forma de violencia escolar: el acoso a profesores por parte de los alumnos.
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Hace 17 años que soy monitora de ludotecas y entrenadora de voleibol, no es mi caso el que tu has expuesto pero si cada año he tenido que tratar con algún niño que intenta ponerse por encima del resto e incluso de mi, y eso que se supone que asisten a una actividad porque están interesados. Recuerdo un año en un colegio de un barrio "bajo" con poca tolerancia y con multitud de etnias, mientras yo realizaba mi actividad al aire libre desde fuera un chico nos lanzaba piedras. Este niño había sido expulsado del colegio y esa era su forma de vengarse, yo conseguí que entrara (me costó convencer a la dirección del colegio)lo integré en mi equipo y al final de la temporada era uno mas de su clase.
ResponderEliminarCon esto quiero reivindicar, el que se incluya una asignatura para profesores y maestros que les ayude a resolver este tipo de conflictos, hay veces que se puede ayudar a un niño a dejar de ser violento con el simple hecho de integrarlo en el grupo....Habría que llegar a la raíz de todos los problemas, pero eso requiere un tiempo que muchos no están dispuestos a gastar.
Loreto Navarrete.
Ese es el principal error que a veces nos pensamos que con expulsar basta y hay que aprender a resolver los problemas de otra forma.
EliminarMuchas gracias por compartir tu experiencia.
Un saludo
Yo creo que los directores y los responsables ministeriales deben tomar cartas en el asunto, para que los profesores y los padres de la víctima se sientan respaldados y, sobre todo, lo puedan solucionar. No soy especialista, soy "indignada". He escrito un artículo sobre este tema en mi blog. Éste es el enlace http://kolordecitara.wordpress.com/
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